"Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros". J.L. Borges

miércoles, 25 de mayo de 2016

7° grado y los cuentos tradicionales...

   Los alumnos de 7° grado y su docente Sra. Adriana, trabajaron cuentos tradicionales como formato textual y secuencia narrativa. 
   En grupos reducidos y a partir de cierta consigna, redactaron en sus Notbooks sus producciones con la posibilidad de volver sobre ellas para modificar y reescribir aprovechando los beneficio del word. Ellos mismos eligieron este trabajo para subirlo al Blog en representación de lo realizado.

Integrantes: Ana Paula, Antonella, Dayla, Lourdes y Muriel    

  Era un día tormentoso, en el Mundo de las Aguas de la Muerte, Ut-Napishtim se levantó de su cama con desgano. Se sentía triste.
  Una idea que le daba vueltas en la cabeza desde hacía incontables días, volvió a surgir en su interior.
 “Deseo un cambio”.
  Ese tan deseado cambio que había surgido dentro suyo, era ser inmortal, que mejor manera que convirtiéndose en un dios.
  El hombre comenzó su marcha a la montaña de los dioses. Sabía que no iba a ser nada fácil. A si que decidió prepararse.
  Agarró su vieja mochila de cuero que había usado en varias ocasiones, su navaja de mango de madera, un arco y sus intenciones por cumplir su sueño.
 Abrió la puerta seguro de si mismo. El sol le dió en la cara molestándolo, sin poder ver, impidiéndole ver su camino como si fuera una advertencia. A Ut-Napishtim no le importo y empezó a avanzar. Paso por el pueblo Barrancas, en donde se encontró un gran puesto de armaduras. Se acercó y se dio cuenta que no tenía suficientes monedas de oro. En ese instante, se le ocurrió engañar al vendedor diciéndole:
                    Disculpe señor, traigo conmigo esta mágica piedra que me han otorgado los dioses. Me gustaría hacer un canje con usted. Yo le daré esta piedra a cambio de esa bella armadura.
 El vendedor, tan ingenuo, acepto sin dudarlo.
 Ut-Napishtim salio corriendo del pueblo.
 Llego a su primer desafío. Había diferentes piedras musgosas de variadas alturas.
 El muchacho decidió enfrentarse a semejante desafío. Subió a la primera piedra y se dio cuenta que estaba demasiad resbaloso, decidió continuar pero sus manos se llenaron de verdín haciendo que resbale pero de repente se cayó arriba de una bella joven llamada Fresha, que provoco que cayeran al río.
Pasaron los días y de a poco se fueron conociendo. Ut-Napishtim se enteró que Fresha también buscaba ser una diosa. A si que decidieron seguir el camino juntos.
 Después de varios meses llegaron a ese gran palacio. El valiente decidió golpear la puerta, pero nadie contesto. Con gran valor entro. Al entrar se encontró con musas, hadas, dioses y seres místicos.
 Después de ese largo camino de pruebas y esfuerzos, Ut-Napishtim y Fresha cumplieron su deseo de ser dioses del Olimpo.      

¡Bravo!                                    

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