Ésta es una historia de tiempos y de
reinos pretéritos. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del
palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de
la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra:
una náyade( las ninfas de los cuerpos de agua dulce, fuentes, pozos, manantiales, arroyos y riachuelos) que era una fuente.
Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa.
"¿Cómo un ser tan ínfimo" -sin duda estaba pensando el tirano- "es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?"
Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría.
"Por humildes que sean" -dijo indicando al pájaro- "hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros".
Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa.
"¿Cómo un ser tan ínfimo" -sin duda estaba pensando el tirano- "es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?"
Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría.
"Por humildes que sean" -dijo indicando al pájaro- "hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros".
Luego de trabajar el texto, los alumnos encontraron una enseñanza, que nos deja el cuento.
ENSEÑANZA: VALORAR LAS VIRTUDES AJENAS, SUPERANDO LA INSEGURIDAD PROPIA.
¡¡¡¡BRAVO CHIQUIS!!!!
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