El mismo San Martín en 1811 lo compra en Londres, sicho sable lo acompañará en todas sus batallas de la Independencia de Argentina, Chile y Perú.
El mismo San Martín hereda dicho sable al Gobernador de Buenos Aires, Don Juan Manuel de Rosas,“como prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al
ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las
injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”.
En 1897, luego de la muerte de Rosas, es repatriado y el entonces presidente José Evaristo Uriburo, dispuso que fuera depositado en el Museo Histórico Nacional.
De allí fue robado en dos oportunidades, en 1963 y 1965. El entonces presidente Gral. Onganía, decide, luego de recuperarlo, que fuera al Regimiento de Granaderos a Caballo y que fueran ellos quienes lo custodiaran. Pero allí, no se podía visitar.
Hoy por Decreto, la presidente Cristina Kirchner ordenó su traslado al Museo Histórico Nacional, el cual alberga otros sables y espadas de personalidades de nuestra historia.
El traslado fue muy emotivo y realizado por los soldados del Regimiento que el mismo San Martín creara, dentro de una vitrina y custodiado por dos Granaderos se encuentra para que todos los argentinos podemos visitarlo.
Recorrer el Museo Histórico Nacional es realizar un viaje en tiempo para conocer la historia del país. Una forma de sentir en persona a través de los objetos históricos los procesos que vivió el país desde la independencia.
¿Dónde queda?
Defensa 1600, San Telmo. Parque Lezama.
4307-4457/3157
¿Cuándo se puede visitar?
de miércoles a domingo y feriados de 11 a 18 hs.
¿Cuánto sale la entrada?
ES GRATIS.
¿Cómo llegar?
En colectivo: 4, 9, 22, 24, 28, 29, 33, 46, 53, 64, 65, 93, 129, 130, 143, 152, 168
En subte: Línea C, estación San Juan (caminar 1000 metros)
Datos extraídos de un reportaje al historiador: Pigna y de la página Web del Museo.
